INMERSIÓN CLARÍN
Explorando el uso de mensajeros para narrar historias sincronizadas. Incluye digresiones sobre el uso de la sincronicidad en la ficción.
Por Julián Gallo
Inmersión Clarín es un experimento narrativo basado en un chatbot lineal que funciona sobre el mensajero Telegram. El relato utiliza una secuencia de mensajes de texto, audio, video, mapas y fotografías para contar la tarea que realizan cinco periodistas de Clarín mientras buscan y procesan información. La historia comienza cuando el usuario se une al bot. En total dura cinco días.
Este relato documental tiene como característica la capacidad de vincular al usuario a la misma dimensión temporal de los protagonistas. De esa forma, cuando en la historia son las 17:30, para el usuario también son las 17:30. Llamamos a esta técnica narración sincronizada. De esta forma la secuencia de mensajes siempre se corresponde a un momento específico y es enviada al usuario en un momento equivalente al original.
El contenido está basado en relatos cronológicos que siguen a periodistas de Clarín cuando editan o realizan una nota y otras ocasiones de la vida de la redacción, como las reuniones de edición o los reportajes fotográficos. Además de la secuencia de mensajes en tiempo real simulado, hay otros contenidos asincrónicos presentados a modo de informes especiales que se entregan a lo largo de la experiencia. Por ejemplo, las entrevistas al columnista Alejandro Borensztein, a Héctor Aranda, CEO de Clarín; a Ricardo Kirschbaum, editor general; informes sobre las áreas de Periodismo Visual, Big Data, un especial que muestra cómo se imprime el diario y una experiencia 3D dedicada a explorar algunas de las posibilidades del uso de la fotogrametría en las noticias.
¿Por qué una historia contada en Telegram y no en WhatsApp?
Antes de seguir conviene aclarar que todos sabemos que hubiese sido mucho más fácil contar esta historia en WhatsApp, pero ese mensajero no permite este tipo de contenidos. Sus políticas de uso tienen estrictas limitaciones que no incluyen chatbots con las características y los usos de los mensajes que hace Inmersión Clarín. La alternativa de Facebook Messenger era una opción, pero presenta limitaciones significativas en comparación con Telegram. Por eso elegimos Telegram que, además de ser la única plataforma con las capacidades requeridas, tiene extraordinaria flexibilidad y numerosas funcionalidades para realizar casi todas las ideas que tuvimos.
El tiempo sincronizado es el factor clave de esta historia
Inmersión Clarín explora en su desarrollo muchas ideas visuales y narrativas, pero lo más importante es el uso del tiempo sincronizado.
En efecto, recibir los videos en los mismos horarios en que fueron realizados cambia la percepción del contenido. Esta distribución “a tiempo” de archivos multimedia sólo es posible con un mensajero o una aplicación propietaria, no se podría hacer por email y tampoco por redes sociales o la web. A través de esas plataformas sólo se podría sincronizar el contenido con el ritmo del evento que se quiere reconstruir, pero no con el usuario. Es decir, esas experiencias serían una especie de “broadcast sincronizado”, tal cual fue el live tweet que hizo NASA para el 50 aniversario del alunizaje y otras experiencias similares que tienen varios años, como las historias que reconstruyen intercambios epistolares que se envían por email en las fechas aniversario, o la publicación sincronizada de documentos históricos. La diferencia que presenta Inmersión Clarín es que en este caso el tiempo se sincroniza con el usuario, no con el evento. En Inmersión Clarín lo importante es que la mañana de la narración es la mañana de quien lee, la tarde es la tarde, la madrugada es la madrugada.
¿Para qué sirve?
Como dijimos, Inmersión Clarín es un experimento narrativo, entonces sirve para explorar una técnica nueva con público real, con contenido real. No es una evolución de algo que ya se hacía sino una disrupción, por lo tanto, un experimento lleno de incertidumbre. De este proceso podemos compartir algunas conclusiones. En primer lugar pudimos comprobar lo más importante: ¡Funciona! Se pudo distribuir una secuencia cronológica coherente que formó un “hilo” de varios días, pero además se intuye que podríamos crear una historia que durara semanas, o un año entero; con períodos de hibernación (sin mensajes) de días o meses. En Inmersión Clarín vimos la narración sincrónica aplicada a un relato institucional sobre algunos aspectos del funcionamiento de Clarín, pero es fácil suponer otras ocasiones documentales. El experimento demuestra que el paso del tiempo entre los mensajes produce un efecto psicológico inmersivo sobre la narración (de ahí el nombre del proyecto). No sólo por la sincronicidad noche es noche, día es día; sino por el vínculo que desarrolla el contenido entre mensaje y mensaje. La pausa entre mensajes, el tiempo que pasa entre ellos, el lapso de lo que no está, todo esto es también una parte principal del contenido.
Luego de esta experiencia con Inmersión Clarín podemos imaginar que la sincronización podría aportar un valor narrativo a otras historias. La técnica parece adecuada para unirse a un “journey”; acompañar en un recorrido, viaje, o una trayectoria a una persona o a un grupo de personas involucradas en una historia de interés o en un proceso. Habrá que imaginar en qué tipo de viaje querríamos participar como usuarios: ¿Acompañar las peripecias de alguien que vive en la calle? ¿Viajar con una banda de música? ¿Despertar a la mañana e ir al mar con pescadores y volver al día siguiente? ¿Recrear la vida en el penal desde la mañana a la noche? ¿Seguir la vida de una celebridad, una azafata, un empleado de Starbucks, por una semana? Las historias que deberíamos buscar son aquellas donde el tiempo nos suministre un nuevo conocimiento, una percepción más cercana o profunda de algo. Como siempre el desafío es artístico no técnico. Se trata de encontrar aquellas historias que tengan un interés persistente y que nos conmuevan con sus emociones.
También se puede expandir la ficción
El potencial de la técnica de la sincronización narrativa probablemente también está en el mundo de la ficción. Por lo pronto, por su capacidad inmediata de expandir historias que suceden en otras plataformas, parece especialmente pertinente para expandir series de televisión. Un contenido multimedia sincronizado puede aportar dimensiones paralelas intensas al espectador, que enriquecerían la experiencia llevándola a nuevos niveles. Algo así intentó la malograda “Mosaic” de Steven Soderbergh, pero no funcionó. Desde mi punto de vista Mosaic (y otros intentos similares) fallaron por plantear dos mundos relacionados pero básicamente independientes, donde uno no sabe demasiado del otro y, sobre todo, ninguno de los dos sabe nada sobre el tiempo del usuario.
Además, proponer en la aplicación una narración ramificada como la de Mosaic tiende a producir desorientación y al cabo, frustración y desinterés. Es una sensación muy parecida a la que se obtiene al recorrer un museo demasiado grande, donde en todo momentos nos sentimos perdidos.
Sincronizar la narración en este caso significa intentar compartir el mismo mundo mental al mismo tiempo. Concebir el día y la noche, la cercanía de los recuerdos, la complicidad de saber, de entender un detalle. Voy a dar un ejemplo. En una narración sincronizada complementaria, si ayer vi el episodio 3 de la primera temporada de una serie X, las historias paralelas lineales que recibiré a lo largo del día siguiente (a través de notificaciones push) serán específicamente relacionadas con el episodio T1E3. Los mensajes sabrán entonces lo que vi y lo que no vi, lo que siento, lo que sospecho. Los contenidos que reciba serán “conscientes” de los conocimientos que tengo de la historia y de mi hora.
En este uso hipotético, el contenido sincronizado es un satélite de otro y no necesariamente tiene que tener sentido en sí mismo. Desvinculado de lo recientemente visto en televisión, tal vez no signifique nada.
El contenido sincronizado debería aportar entonces una experiencia única, una interpretación más aguda y cercana, debería impulsarnos a evocar una emoción aún más honda que la original, hacernos rumiar sobre una historia, un personaje, un diálogo o una situación.
Voy a dar un ejemplo concreto de un “push” sincronizado que me hubiese encantado experimentar. En el Episodio 7 de la serie Devs hay una escena que resume las disquisiciones fundamentales sobre el destino, la vida y la muerte, temas que son los ejes de la serie. Lo hace a través de la lectura en off del conmovedor poema “Albada” de Philip Larkin.
Para los que vieron la serie ese poema es un momento de gran emoción. Muchos espectadores -como yo- después de ver la escena buscaron en Internet el poema para poder leerlo. Pero en una narración sicronizada ¿qué hubiese sentido ese mismo espectador (yo) si a la mañana del día siguiente de ver E7, al alba (albada es una composición poética relacionada con la llegada del día) de repente hubiese recibido en su teléfono ese mismo poema, o el audio de ese poema, o la escena, u otra versión de la escena, o a las 04:00 exactas el fragmento que dice:
“Me despierto a las cuatro en una oscuridad callada, y miro.
Los bordes de las cortinas no tardarán en iluminarse”
Vean la escena:
Recién empieza
Inmersión Clarín, como dije al principio, es un experimento narrativo. Una pieza que busca explorar a través de dispositivos y plataformas genéricas otro tipo de relato, otro tipo de encadenamiento entre los lenguajes y, lo más importante, otra forma de crear relaciones mentales con la audiencia.
Es apenas un primer paso. Puede haber otros o ninguno. De cualquier manera este pequeño intento que hicimos prueba que las historias esperan la oportunidad de sincronizarse con nosotros: Vivir al mismo tiempo. Compartir nuestro clima mental. Contarnos las cosas del alba al alba, las de la tarde a la tarde. Decirnos dónde están. Enviarnos sus sonidos, sus fotos, sus palabras, para que nos sumerjamos en ellas más hondo que nunca antes. 🌎
AGRADECIMIENTOS
Agradezco en mi nombre y del equipo que trabajó en Inmersión Clarín la confianza y audacia de las autoridades de Clarín para hacer este proyecto distinto. A los editores, periodistas, fotógrafos, diseñadores, técnicos, al equipo de Relaciones Institucionales, a los técnicos de la planta de impresión Zepita, al archivo de Clarín y a todos los que nos ayudaron.
Ficha Técnica
Inmersión Clarín
Nombre
Links para acceder a la historia:
t.me/inmersionclarinbot
www.clarin.com/inmersion
Gallo Media
Realización
Julián Gallo
Idea, dirección general y creativa
Nehuén Mingote Kisler
Video, arte y programación
Mercedes Azcona
Edición periodística
Victoria Achinelli
Producción
Víctor Manuel Rodríguez
Programación Chatbot
Alico Roviralta
Cámara 1
Marco Cristiani
Cámara 2
Pablo Finkelstein
Cámara 3
Darío Polverini
Droner 1
Germán Piña
Droner 2
Nehuén Mingote Kisler, Mercedes Azcona, Victoria Achinelli, Nicolás de Anchorena
Escaneo Matterport
Nehuén Mingote Kisler
Photogrametry
Comet by LIM
Música
Agradecemos a nuestros consultores amigos:
Guido Culasso Moore/Icono Sur
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Tomás Guarna/
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