De dónde viene la frase “Con el cuchillo entre los dientes”

julian gallo
8 min readDec 21, 2019
El martirio de San Bartolomé

Hace unos días Juan Campanella (ganador del premio Oscar de la Academia) hizo un tweet que decía “Vienen por todo. Con el cuchillo entre los dientes”. Algunas veces se utiliza esa expresión para describir una actitud que implica brutalidad de una persona o un grupo para atacar sin miramientos a otros y también es sinónimo de ataques arteros. En el pasado, en exigentes condiciones de combate, algunos soldados podían llevar armas en ambas manos y un arma accesoria en la boca. De ahí también proviene la frase “armado hasta los dientes”.

Sin embargo, llevar el cuchillo entre los dientes -al menos por lo que podemos observar en la historia visual- podría evocar una imagen de algo mucho peor y más despiadado.

Morirás con dolor

Se puede rastrear el cuchillo entre los dientes en la historia de la pintura. Una de ellas es considerada una de las obras de arte más crueles que se hayan pintado. Se trata de un díptico que cuenta la historia de un juez que vivió hace 2500 años en Persia. Los protagonistas son el juez Sisamnes, el rey Cambises II y Ótanes, el hijo del juez.

Cambises II descubre que Sisamnes había recibido un soborno de una persona y había cambiado su fallo para beneficiarlo. Según Herodoto -que es el que originalmente cuenta esta historia- Cambises II ordenó la inmediata detención del juez y una ejecución que sería inolvidable.

La pintura

La primera tabla del díptico del que hablamos muestra el momento en que Cambises II acompañado de soldados llega para arrestar a Sisamnes y comunicarle su condena.

Gerard David, el pintor holandés que en 1498 recibió el encargo de pintar esta historia, hizo un trabajo excepcional al retratar la perplejidad y el terror del rostro de Sisamnes al escuchar su condena. Detalle:

Sisamnes escucha los cargos y el castigo que recibirá por ser un juez corrupto.

Ser desollado

Cambises II condenó al juez a ser desollado, es decir, a que se le arranque la piel de todo su cuerpo en vida. Las imágenes del brutal cuadro que sigue (la segunda parte del díptico) muestra el momento en que la ejecución es llevada a cabo entre cinco personas delante de un grupo de testigos y el propio rey:

La acción vista en detalle

Sostenido por cuerdas que estiran sus brazos y piernas los verdugos realizan incisiones superficiales para quitar toda la piel de la víctima:

Abajo, uno de los verdugos retira la piel de la pierna izquierda como si fuera una media. El cuerpo va quedando en “carne viva”:

En la cabecera otro verdugo vestido de negro, con un esmero técnico, comienza a separar la piel del pecho de Sisamnes, quien, por el dolor, aparece en estado de shock con la vista fija en el cielo, sus venas hinchadas y los dientes apretados.

Acá está el cuchillo entre los dientes

El detalle clave. Uno de los verdugos se encuentra con las dos manos ocupadas porque está despegando con fuerza la piel de la carne. Mientras hace eso sostiene el cuchillo entre los dientes.

Conviene ver una vez más con atención la pintura completa.

¿Por qué le sacaron la piel a Sisamnes?

Ótanes era el hijo de Sisamnes. No sabemos qué edad tenía en el momento de la ejecución de su padre pero las imágenes hacen pensar que era un joven de alrededor de 20 años. Cambises II también tenía una idea para él. Muerto Sisamnes nombró a Ótanes como su sucesor y tapizó el sillón desde donde impartiría justicia con la piel del desollado.

En la pintura general se ve que en el rincón derecho a Ótanes. Pero si se desconoce que ese cuero blancuzco que hay en el respaldo es la piel de Sisamnes, la escena no dice gran cosa.

Acá está el detalle de Ótanes:

El grabado de abajo sí es mucho más elocuente sobre lo que pasó. En la imagen Cambises II empuja a Ótanes a sentarse en el sillón judicial que está cubierto con la piel que le acaban de arrancar a Sisamnes. La piel vacía cuelga de los posabrazos. Se ve claramente la mano y el brazo colgando como un guante largo y el rostro del que fuera juez como una máscara sin ojos.

Cambises II quería que Ótanes y todos los demás jueces nunca olvidaran qué les pasaría si eran descubiertos en actos corruptos. La amenaza tuvo éxito. La historia de Sisamnes ha pasado veinticinco siglos hasta llegar al día de hoy (ahora mismo que la estás leyendo ; ).

Detalle: Horrorizado, Ótanes se resiste a sentarse pero es empujado por Cambises II para ocupar el sillón tapizado con la piel de su padre

En este grabado de Rubens en la misma escena se ve también a Ótanes y en el fondo la piel de Sisamnes como un espectro:

Otro cuchillo entre los dientes

Sisamnes no fue el único desollado, ni el único que tuvo a sus verdugos a su lado con el cuchillo entre los dientes, ni siquiera el más conocido. Un mártir cristiano, el Apóstol San Bartolomé, fue condenado por Astiages, rey de Armenia, a ser desollado vivo por negarse a renegar de su fe en Cristo. El mismo Miguel Ángel lo retrató en el mural El Juicio Final, en la Capilla Sixtina, lo que lo convierte en el desollado más famoso de la historia.

En la imagen que sigue está el San Bartolomé de Miguel Ángel. Sentado en una nube lleva en su mano derecha un cuchillo curvo para desollar y su piel vacía colgando en la mano izquierda.

El siguiente cuadro muestra el momento en que San Bartolomé es desollado. Mientras le arrancan la piel del torso, el verdugo de la derecha muerde el mango del cuchillo ensangrentado, lleva el cuchillo entre los dientes.

La imagen que sigue- muy rara- muestra a San Bartolomé siendo desollado boca abajo. Nuevamente uno de los verdugos forcejea para arrancar la piel. Hace tanta fuerza que tiene que tirarse hacia atrás mientras tensa las manos. Al mismo tiempo sostiene el cuchillo curvo entre los dientes. Abajo un ayudante afila más cuchillos.

Para que no haya dudas. Son numerosos los cuadros de distintas épocas que muestran la imagen del verdugo con cuchillo entre los dientes:

Al desollar a Bartolomé (arriba) el verdugo coloca su mano entre la carne y la piel para separar el tejido mientras mantiene el cuchillo entre los dientes

Un cuadro más con el cuchillo entre los dientes:

San Bartolomé con otro verdugo que arranca su piel con el cuchillo en la boca.

Scalping y cuchillo entre los dientes

En inglés “scalp” significa cuero cabelludo. Scalping es el acto de cortar y arrancar el cuero cabelludo. Esta maniobra fue una práctica frecuente que realizaron con sus enemigos las tribus norteamericanas, entre otros los Apaches y los Sioux, pero no la inventaron ellos. Esa misma acción fue documentada 500 años antes de Cristo por Herodoto, quien describió cómo los guerreros Escitas cortaban el cuero cabelludo de sus enemigos y los colgaban de las bridas de sus caballos como un trofeo.

Más cuchillos entre los dientes

La siguiente ilustración muestra la maniobra que utilizaban los Sioux para quitar el cuero cabelludo de una de sus víctimas, en este caso viva. Luego de realizar las incisiones en la frente y las sienes, el agresor toma el cabello y tira hacia atrás para desprender el tejido del cráneo como si fuese una gorra, al mismo tiempo que empuja con el pie el cuerpo de la víctima hacia adelante. Mientras hace esto sostiene el cuchillo entre los dientes.

Otro ejemplo. En este caso la víctima parece estar muerta y la maniobra se lleva a cabo de frente. También tiene el cuchillo entre los dientes

Una metáfora filosa

En 1996 el jugador de fútbol Diego Simeone, actual técnico del Atlético de Madrid, hizo popular en Argentina la frase “llevar el cuchillo entre los dientes”. Simeone buscaba describir así cómo la selección argentina de fútbol se comportaría en el campo de juego en su próximo encuentro. Según su propio relato en una entrevista de 2018, antes de un partido decisivo contra Uruguay, dijo a la prensa: “Hay que jugar con el cuchillo entre los dientes”.

Simeone tal vez quería decir que iban a jugar sin remilgos, con ferocidad, o algo por el estilo. La famosa frase aún hoy es replicada de esa forma por muchas personas (basta hacer una búsqueda en Twitter para comprobarlo). Pero en realidad llevar el cuchillo entre los dientes es también otra cosa, es algo más que tener las manos ocupadas antes de la batalla. La imagen evoca actos terribles de la historia de la humanidad. Actos tan horrendos que no podemos creer que hayan sido ciertos. Quienes sostuvieron cuchillos entre los dientes fueron los que despedazaron vivos a Sisamnes, a San Bartolomé y a tantos otros. Fueron los ejecutores de suplicios que nos repugnan con solo mirarlos en pinturas antiguas. Fueron verdugos de una dimensión que nos cuesta imaginar como personas reales. Seres aterradores, perversos, malignos, no del todo humanos. Es a ellos a los que se nombra al traer la imagen de alguien “con el cuchillo entre los dientes”.

Nota final: En el mural de la Capilla Sixtina pintado por Miguel Ángel, San Bartolomé sostiene en la mano derecha el cuchillo curvo desollador de empuñadora blanca. Es casi idéntico al que se vende en la actualidad en Mercado Libre.

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julian gallo

Para que una cosa sea interesante, basta con mirarla durante mucho tiempo.